Con el progresivo desarrollo de la tecnología de conducción autónoma, el concepto de vehículo tradicional está cambiando. Donde los automóviles alguna vez fueron simplemente un medio de transporte, se convertirán en última instancia en espacios de vida personales, adaptados para satisfacer las necesidades del cliente e individualizados para cumplir nuestros deseos.
Aunque todavía está en sus primeras etapas, la tecnología de conducción autónoma se está volviendo cada vez más común y podría transformar radicalmente la forma en que nos trasladamos de un lugar a otro. La conducción autónoma transformará, por tanto, la apariencia de nuestros vehículos y hará que el viaje sea mucho más agradable.
La mentalidad de los usuarios cambia continuamente y se enfoca hacia la economía compartida, así como a soluciones de movilidad sin ataduras. Por lo tanto, la industria del automóvil debe adaptarse a ello. Marcas como Hyundai no están destinadas a ser simplemente fabricantes de automóviles, sino que también deben pasar a ser proveedores de servicios que brinden soluciones integrales a lo que, de manera individual, los clientes necesiten.
La tecnología de conducción autónoma, cuando se integra en una infraestructura adecuada, ofrece todavía más beneficios aún a los conductores. Los semáforos inteligentes, por ejemplo, pueden comunicarse con vehículos autónomos. Esto tiene el potencial de hacer que las carreteras sean más seguras y aliviar su congestión.
Actualmente, Hyundai Motor Group coopera con Aurora. Esto fortalecerá la asociación estratégica formada entre ambas compañías en 2018, bajo la cual Hyundai, Kia y Aurora han estado colaborando en tecnologías de conducción autónoma aplicadas al vehículo insignia del grupo, el Hyundai Nexo, un automóvil con pila de combustible. Con la nueva inversión, las compañías han acordado expandir la investigación a una amplia gama de modelos y construir una plataforma óptima para los vehículos autónomos de Hyundai y Kia.
Fuente: Portal Automotriz