Después de explorar las posibilidades de un deportivo eléctrico y un urbano, le ha llegado la hora a los todoterreno. El Audi AI:Trail es el cuarto prototipo de una serie con cualidades similares: propulsión eléctrica, conducción autónoma e inteligencia artificial aplicada a diferentes tipos de coche.
Por supuesto, como buen todoterreno tiene tracción total, pero en este caso generada por los cuatro motores eléctricos que se esconden en cada una de sus ruedas (enormes, por cierto, con llantas de 22″ y 850 mm de altura, como las que usan los americanos en sus Jeep modificados (y que cuentan con un sistema de inflado y desinflado). Eso también facilita que no haya riesgo de golpear la batería (situada bajo el piso del coche) en las rutas más extremas.
Las ruedas están totalmente en las esquinas del coche, lo que además de abrir el espacio de su habitáculo también permite mejorar los ángulos de ataque (al iniciar una pendiente) o salida (al completar una bajada). Además, no hay pasos de rueda, por lo que Audi ha podido aumentar el recorrido de la suspensión hasta unos impresionantes 80 mm. No habrá obstáculo que se resista.
Pese a lo aparatoso del diseño del AI:Trail (impone incluso más en directo), su peso es relativamente contenido si tenemos en cuenta el ‘lastre’ que suponen las baterías. La estructura ligera de acero, aluminio y fibra de carbono y la amplia cantidad de superficie acristalada ayudan decisivamente a ello.
El Audi AI:Trail propone un planteamiento muy diferente a otros prototipos futuristas, ya que está absolutamente pensado para disfrutar de la naturaleza en cada viaje. Por eso tiene mucha más superficie acristalada que otros diseños (hasta la parrilla delantera es transparente) y por eso en su interior apenas hay pantallas que nos distraigan de la contemplación del paisaje.
Audi ha trasladado al cockpit de su AI:Trail el concepto de las cabinas de los helicópteros… y no es la única referencia a la aviación en este modelo. Los diseñadores alemanes le han incorporado cinco drones (Audi Light Pathfinders) que ejercen de faros voladores.
Su estructura es curiosa porque no tiene rotor, son triangulares y vuelan en silencio, pero van marcando el camino al coche, al que están conectados. Cuando el AI:Trail no está en movimiento pueden iluminar el interior.
Otros detalles curiosos de su interior son los asientos traseros tipo hamaca que, además, pueden extraerse para usarse en las excursiones, o las agarraderas de correas repartidas por el habitáculo.
Fuente: Worldenergytrade