¿Sabes mirar al manejar? 5 consejos para conducir con más seguridad

El 90 por ciento de la información que recibimos al conducir nos llega a través de la vista, la inmensa mayoría, a través del parabrisas y del resto de los cristales de nuestro vehículo. Los continuos cambios de condiciones del tráfico (entorno, posición relativa, orientación, velocidad, dirección…) exigen al conductor constantes ajustes de su foco de visión para poder comprender lo que le rodea, y tomar las mejores decisiones de conducción. Una buena visibilidad y estrategia de exploración visual son clave para aumentar la seguridad al volante. Desde Carglass queremos dar unos consejos básicos que pueden ayudar a evitar accidentes y reducir sus consecuencias, sobre todo en estas fechas, en las que habrá más de 90 millones de desplazamientos en las carreteras españolas, según los datos de la DGT.

 

  1. Levantar la barbilla y mirar a lo lejos: Uno de los consejos que te daban de niño aprender a montar en bici y el mejor que se le puede dar a un conductor novel. Como sucedía con la bicicleta, mirar al frente y a lo lejos –no a lo que sucede justo por delante del capó- ayuda a mantener la trayectoria sin necesidad de hacer constantes correcciones en el volante.

 

  1. Los barridos visuales: Si sólo mirásemos a lo lejos, apenas obtendríamos información de lo que pasa a izquierda y derecha del vehículo, y entre el capó de nuestro coche y el punto hacia donde apuntamos la mirada. Por este motivo es necesario realizar barridos de mirada transversales (de lado a lado) y longitudinales (desde cerca hacia más lejos).

 

  1. Visión periférica: La visión periférica es lo que somos capaces de ver “por el rabillo del ojo” mientras vamos conduciendo, es decir, la capacidad de captar y reconocer lo que sucede alrededor del objeto o punto concreto sobre el que hemos fijado la visión. Nuestro campo de visión normal es de unos 120º y la visión periférica nos permite tener un campo de hasta 180º. Es una habilidad que también puede entrenarse y que suele estas más desarrollada en personas que practican deportes de equipo.

 

  1. El “efecto túnel”: ¿Por qué se reduce nuestro campo de visión normal con la velocidad? A mayor velocidad, llega al cerebro más cantidad de información por segundo. Para poder procesarla, nuestra menta limita esa información, descartando la menos importante por estar más lejos del foco de atención y más a los extremos de nuestro campo visual.

 

  1. Los molestos y peligrosos deslumbramientos: Ya sea por el sol, o por las luces de otro vehículo por la noche; un deslumbramiento puede cegarnos momentáneamente y ser muy peligroso. En esas situaciones, lo primero es no mirar directamente a la fuente de luz, y dirigir la vista hacía una referencia que nos permita seguir circulando sin salirnos del carril. Lo mejor suele ser bajar la vista hacia la derecha, y buscar la línea de la carretera o el borde del arcén.

 

FUENTE: Portal automotriz