A partir del 2022 los fabricantes de carros, especialmente los occidentales, podrán ser dueños de cualquier porcentaje de sus plantas en China.
El anuncio de la desregularización del sector automotor en esa región, que habla de dejar atrás el tope mínimo exigido hasta ahora de posesión de las empresas por parte de compañías nativas de China, le permite a un gran número de marcas de carros afianzar su negocio en tierras orientales.
Se espera que empresas que produzcan carros eléctricos o que se muevan con nuevas energías limpias, como por ejemplo Tesla que quiere poner una planta en Shanghái y no lo había hecho por temor a ‘perder’ sus tecnologías, se beneficien en el corto plazo.
Para los carros de uso comercial la norma nueva, que reemplaza a la restricción emitida en 1994, arrancará a regir en el año 2020.
Actualmente, los fabricantes de autos, de motos y de vehículos de uso especial cumplen con ese cincuenta por ciento de capital chino en sus acciones. Además hoy una empresa automotriz no puede ser socia de más de dos empresas del sector, cosa que también quedará abolida con la nueva resolución.
Fuente: Motor