Renovarse o morir: el dilema que Volvo enfrentó en México

El mercado de vehículos premium vive un buen momento en México y Volvo ya ve una oportunidad de subirse a la ola para incrementar sus ventas.

En 2017, las ventas de Volvo bajaron 12 por ciento, hasta las 1,417, desde las 1,607 que comercializó en 2016, según datos de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores.

Ahora la marca de origen sueco vende unas 2 mil unidades en México, pero esto apenas representa 3 por ciento de participación en el segmento premium. Un segmento que mueve unas 65 mil unidades al año.

Anders Gustafsson, vicepresidente senior para Volvo Américas y presidente y CEO de Volvo Car USA, asegura que la marca está lista para iniciar un proceso de expansión en el mercado mexicano

“Hace unos meses decidimos implementar grandes cambios en el cuerpo directivo. Cambiamos alrededor del 65 por ciento de la gente que trabajaba en la marca”, dijo Gustafsson, en conferencia de prensa la semana pasada. “Tomamos la decisión de cambiar la estructura en México no porque el equipo directivo anterior hiciera un mal trabajo, sino porque decidimos llevar esta empresa a otro nivel”, añadió.

Hoy el vehículo más vendido de la marca es el XC40, un SUV para cinco pasajeros que, tras la salida del V40, se convirtió en el modelo de entrada de Volvo para el mercado mexicano.

Este año, la marca concluirá la renovación de su portafolio de producto con la llegada de la nueva generación del sedán compacto S60, que está abandonando la plataforma de Ford sobre la que estaba montado, para subirse en la nueva plataforma escalable de Volvo.

“[Tras ser comprados por la china Geely] decidimos reconstruir todos los vehículos de la plataforma y eso fue una gran inversión. Empezamos con XC90, seguimos con XC40 y luego con XC60. Todos son nuevecitos”, dijo Gustafsson.

El Volvo S60 se fabrica en América, en la nueva planta de Volvo en Carolina del Sur, Estados Unidos, con un 13 por ciento de componentes mexicanos.

Fuente: Automotive News