La crisis en la industria automotriz ha llegado al segmento que se ha dado en el futuro como un intocable por la economía económica: los vehículos de lujo.
De enero a mayo de este año, las ventas de las marcas premium cayeron 25% respecto al mismo periodo de 2018. Además, el segmento de lujo vendió menos de 4,000 unidades por primera vez desde 2011, con lo que redujo su participación en el mercado mexicano en casi un punto porcentual para representar el 3,5% del total de unidades comerciales.
Maru Escobedo, Directora General de la firma en México, explica que hace un tiempo y que hemos apostado por ofertar productos que están gustando a los clientes en México, como los vehículos de la categoría SUV.
La compañía inglesa Jaguar-Land Rover también notó esta tendencia y ha alimentado el crecimiento de las dos marcas incluso un doble dígito.
Un ejemplo de ello ha sido Infiniti, la marca de lujo de la alianza Nissan-Renault, que ofrece tres planos de financiamiento, siendo el arrendamiento el más adecuado, con una participación del 53%. Además, la firma ofrece el financiamiento tradicional (usado en 31% de las transacciones) y un esquema llamado Selectiviti (con, 15%), que requiere un pago inicial muy bajo, y al cabo de 24 meses, se puede cambiar el vehículo o regresarlo
Respecto al tema del financiamiento, Philipp Heldt, Director Ejecutivo de Infiniti para México y Latinoamérica, explica esta forma parte de una estrategia con miras a un mercado en el tercer año consecutivo.
La tendencia de vender experiencias se ha trasladado a la industria automotriz, y en el segmento de lujo, a los más ambiciosos, a los distribuidores de las marcas se ha esforzado por el estereotipo del agente de ventas.
La Asociación Mexicana de Distribuidores Automotores (AMDA) ajustó su perspectiva en el crecimiento de las ventas de la industria de una baja del 5% a 6.5%, por lo que será el cierre del año cuando las empresas puedan hablar de la velocidad de sus estrategias
Fuente: Manufactura