La historia de Škoda con las camionetas, no es memorable. No los culpamos, no tienen porque. Las únicas camionetas que recordamos por el momento, son las versiones pick-up del Favorit y del Felicia, pero en un segmento de camionetas livianas, muy en la onda de la RAM 700. Pero hoy, las camionetas son furor y Škoda, siendo una marca muy ingeniosa, con soluciones inteligentes y prácticas, perfectamente podría crear una camioneta en la linea de la Honda Ridgeline, con atributos únicos.
Los aprendices del equipo de Škoda (Škoda Academy), que inician su carrera en la marca, fueron los que tras meses de entrenamiento y más de 2,000 horas de trabajo, le dieron forma al Mountiaq Concept. Una camioneta que tuvo tanta aceptación, que quien sabe, en una de esas veamos llegar a la producción masiva. Como proyecto interno, incluso tuvieron que defender y justificar sus decisiones ante los ingenieros y diseñadores en jefe de la marca checa; como una tesis.
La base, como pueden darse cuenta, es la del Kodiaq, pero con espacio para dos personas. Todo lo demás fue transformado en una camioneta, con los paneles laterales siguiendo la linea natural de la SUV. Es interesante el diseño de los estribos o la adición de un potente kit de iluminación con una barra LED en el techo y faros auxiliares en la parte baja.Rematan el look, una barra frontal, un winch, un snorkel y una barra antivuelco en la parte posterior.
Si nos vamos a la batea carga, encontraremos que el suelo está cubierto en aluminio de alta resistencia, con un par de barras multiuso en los costados e iluminación LED que recorre el costado de la caja. Pero bajo el suelo, se ocultan algunos compartimientos portaobjetos bastante prácticos, muy al estilo Škoda.
Aparte de su color naranja y sus rines negros (con centros hechos en impresión 3D), el interior también acompaña al look audaz del exterior, con asientos forrados en piel con costuras naranjas, un logo único para el modelo (que simula una montaña) y el logo de Škoda iluminado en el techo.
Fuente: Noticias autocosmos